Vamos a seguir trabajando con tinta china y acuarelas líquidas. Esta vez vamos a centrarnos en hacer un dibujo de un árbol donde lo más importante no sean las líneas finas y limpias sino la mancha que se mezcla a veces en el papel y que puede ser muy expresiva. En esas manchas vamos a esforzarnos en que haya distintos grados de luminosidad: pinceladas con más y con menos agua, tintas más y menos diluidas.
Empezaremos dibujando un árbol con lápiz, para calcular cuánto nos ocupará dentro del papel. Partimos de la idea de la Y.
Esa estructura de tronco y ramas es lo primero que pasaremos con tinta china.
Primero lo repasamos con un pincel y agua.
Después, antes de que se seque el camino de agua, le aplicamos la tinta china.
Antes de que se seque, empezamos a dibujar manchas de colores de acuarela líquida, que serán las hojas. Es importante limpiar el pincel en agua antes de coger nueva acuarela para que no se nos ensucien los colores. Lo hacemos de izquierda a derecha, si dibujáis con la mano derecha, para no llevarnos toda la pintura con el puño.
Manchados de agua lo que sería el suelo y vamos añadiendo pinceladas de distintos colores para que se vayan mezclando en el papel.
Dejamos que se seque. Limpiamos bien los pinceles y la mesa, si la hemos manchado.
Fin de la primera sesión.
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Siguiente día.
Con la primera capa seca, damos una capa general muy clarita a la copa de nuestro árbol. Debe tener poco color y mucha agua. Puede que algunos colores se muevan un poco y se desdibujen. Con toda la copa húmeda, vamos añadiendo color, repasando las zonas que queramos resaltar y permitiendo que los colores se sigan mezclando.
Podemos añadir hojas que estén cayendo de los árboles.
Final de la segunda sesión.
Limpia bien los materiales y cuidalos para que puedan acompañarte mucho tiempo!
Aquí tienes el vídeo con el proceso completo:
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